Transformar tu jardín en un verdadero refugio para aves y polinizadores no solo embellece tu espacio, sino que también contribuye a la conservación de especies vitales para el equilibrio de la naturaleza. En este tutorial, te enseñaremos paso a paso cómo diseñar un jardín amigable, combinando la selección adecuada de plantas con la construcción de casitas, comederos y espacios protegidos. Para facilitar cada tarea, utilizaremos dos herramientas esenciales: la tijera de poda a batería ASA 20 y la mini motosierra GTA 26 de STIHL.
Para comenzar, es importante elegir plantas que ofrecen alimento y refugio a estos visitantes alados. Los polinizadores como abejas, mariposas y colibríes buscan flores ricas en néctar y polen. Algunas de las más recomendadas son la lavanda, caléndula, verbena, salvia, girasol, borraja y la flor de San Diego. Planta en grupos y por colores para atraer más visitantes y asegúrate de incluir plantas nativas para ofrecer alimento durante todo el año.


A medida que tu jardín crece, la poda se vuelve esencial para mantener un entorno saludable. Permite que las plantas desarrollen formas más densas y refugios naturales, además de estimular la floración. Para esta tarea, la ASA 20 de STIHL es ideal. Su corte limpio y preciso permite podar ramas de hasta 25 mm sin dañar las plantas, y gracias a su diseño liviano de 0,76 kg, trabajar por más tiempo resulta cómodo y sin esfuerzo.
Luego, puedes aprovechar restos de poda o madera reciclada para construir pequeñas estructuras como casitas para aves, hoteles para insectos o cercas que protejan tus flores. Aquí entra en acción la GTA 26, una motosierra a batería perfecta para cortar ramas y madera blanda de hasta 10 cm de grosor. Es segura, compacta y fácil de usar, incluso para quienes tienen poca experiencia con herramientas de corte. Su sistema de cambio de cadena sin herramientas y su protección flexible garantizan un trabajo seguro y eficiente.


Una vez tengas listas tus plantas y refugios, es hora de complementar el hábitat con comederos y bebederos. Estos elementos aseguran que aves y mariposas encuentren alimento y agua, sobre todo en épocas secas. Puedes instalarlos colgados de árboles o sobre soportes firmes. Si no sabes por dónde empezar, te recomendamos visitar nuestra guía para hacerlos tú mismo en casa.
Además, no olvides ofrecer sombra y protección. Esto lo puedes lograr con plantas trepadoras, arbustos altos o pérgolas cubiertas de vegetación. Incluso, puedes construir techos naturales entrelazando ramas podadas para crear microclimas frescos y seguros para la fauna.

Finalmente, el mantenimiento constante garantiza que tu jardín siga siendo un refugio activo. Limpia los comederos con frecuencia, revisa las casitas, poda el exceso de ramas y observa los cambios. Con el tiempo, verás cómo mariposas, colibríes y abejas visitan tu espacio con mayor frecuencia, convirtiéndolo en un pequeño ecosistema lleno de vida.
Convertir tu jardín en un refugio natural no solo es posible, ¡es una experiencia gratificante! Aporta a la biodiversidad mientras disfrutas de un espacio más vivo, colorido y armónico.