Cuidar de una planta puede resultar ser una tarea sencilla, lo más importante es tener muy claro qué condiciones necesita; luz, humedad entre otras. Todas las plantas necesitan agua bien sea en mayor cantidad o en muchos casos en menor cantidad, siendo esta la clave para su crecimiento y floración.
Cada especie es única y tiene sus propias necesidades, por lo que el primer paso cuando adquieras una planta es averiguar cuáles son y en esta medida, no debes olvidar que muchas de las plantas llegan desde ambientes donde reciben más agua natural y libre de químicos, así que el uso de cualquier agua no es apto para ellas.
Es muy usual que en muchos hogares, se abra el grifo de agua para regar de forma directa las plantas, pero esta no es una opción saludable para ellas, es por eso que en este blog te brindamos diferentes alternativas para que las riegues.
Como se habló en el blog anterior muchas veces se cree que el agua del grifo es buena para las plantas, pero la verdad es que esta agua suele tener muchos químicos, que no las benefician y por el contrario podrían llegar a afectar su desarrollo natural, como ocurre con el cloro o la cal, por lo que se debe intentar poner la planta en un hábitat que sea similar al que estaba acostumbrada.
Es por esto que las opciones ideales para hacer el riego y obtener impactos positivos sobre la salud de la planta son: agua de lluvia, agua destilada y agua filtrada; es allí donde recae la importancia de saber regar las plantas, pues cada una de ellas necesita una cantidad correcta de agua. Un truco general y beneficioso para conseguir buenos resultados es regar siempre cuando la tierra de la planta comience a secarse para que de esta manera la planta advierta el momento de necesidad de riego, recuerda que tipo de agua que uses para el riego también será determinante para la salud de las plantas.
Si en tu caso no puedes recoger agua de lluvia o es difícil utilizar alguna que sea diferente a la del grifo, a continuación varios trucos con los que podrás ablandar el agua sin afectar la salud y apariencia de tus plantas:
Utilizando vinagre
Recoge la cantidad de agua que utilizarás para regar tus plantas, déjala reposar por 1 día y luego añade de dos a tres goticas de vinagre por cada litro que recojas.
Con reductores de dureza
Añade un poco de calcio o magnesio al agua del grifo y déjala reposar por 6 horas para luego filtrarla, de esta manera lograrás reducir la dureza del agua del grifo.
Utilizando turba
La turba generalmente la puedes conseguir en los viveros y puedes llegar a utilizarla hasta tres veces, solo debes hacer un saco bien sellado con la turba seca, luego recoge agua en una cubeta, sosteniendo el saco con un palo, para que así se absorba el cal.
Usando regaderas especiales
Adquiere una regadera con filtro para agua de grifo, para reducir los químicos presentes en ella.
También puedes hervir el agua y dejarla reposar, o incluso recoger agua y dejarla al sol directo para después usarla. Recuerda que lo más fundamental es que conozcas muy bien tus plantas y que prestes atención a sus necesidades más específicas como la luz, temperatura, humedad y agua para que así siempre luzcan de la mejor manera.