Cáscara de papa y sus beneficios

La cáscara de papa es una de las materias primas orgánicas más maravillosas que puede existir para la utilización de abono en el cuidado del jardín, ya que su piel genera mucho calor, lo que permite que se mejore la fertilidad del suelo y aumentar el rendimiento de muchos cultivos, optimizando la germinación de las semillas y acelera el periodo de crecimiento cuando las plantas ya son adultas.

Así que definitivamente este blog es perfecto para ti, que amas el jardín y mantener el tuyo bien cuidado. Además es una buena forma de ayudar al medio ambiente, ya que de esta manera evitas el uso de fertilizantes químicos y aprovechar los desechos que se generan en tu cocina.

Beneficios

Las múltiples propiedades que contienen las cáscaras de papa la convierten en un ingrediente perfecto para usar en el jardín y darle muchos beneficios a tus plantas, tantos que quizás no habías imaginado. Además de ser un excelente fertilizante y abono casero, es una excelente forma de aprovechar los desperdicios en la cocina que muchas veces se convierten en una molestia cuando empiezan su proceso de descomposición.

Aquí conocerás varios de los beneficios que tendrá tu jardín al usar las cáscaras de papa en él:

  • Es un excelente estimulante para las bacterias buenas de la tierra, ya que además de alimentar tus plantas, las protegen.
  • Funciona como una trampa para los insectos y plagas que puede arruinar tu jardín y cultivos.
  • Si cuentas con una huerta en tu hogar, puedes ayudarlo a crecer más rápido abonando con cáscaras de papa, ya que hace que las semillas germinen con mayor facilidad.

Cuatro métodos para crear abono con cáscara de papa

Secado

Esta es la forma más sencilla de conservar la cáscara de papa, secándola.  Debes lavarla muy bien con agua para luego dejarla secar en un lugar donde llegue el sol y darle vuelta periódicamente. Después de 10 a 12 días estará lista para su uso o almacenamiento. Sin embargo, si están expuestas a un sol constante, pueden estar listas luego de tres o cuatro días.

Con este proceso tendrás abono para aplicarle a tus plantas periódicamente, sin costo alguno y podrás guardarlo sin ningún problema.

Infusión

Cuando ya tienes la cáscara lavada y secada, la incorporas en un frasco de cristal y le viertes agua hirviendo en una proporción de 1:1. La infusión estará lista para su uso al día siguiente de elaborarla.

Este abono te servirá tanto para tus flores y plantas caseras, como para los semilleros.

Harina de papa

Este es uno de los favoritos por su versatilidad en la aplicación, además de ser súper fácil para almacenarlo. Cabe destacar que debe ser en lugares libres de humedad para que dure por varios años y conserve sus propiedades nutritivas para las plantas.

Para hacerlo debes secar las cáscaras por completo hasta su completa deshidratación en un secador eléctrico o en horno, luego se trituran en una batidora, licuadora o molinillo de café hasta obtener un polvo fino y ya quedará listo para almacenarlo y/o usarlo en tu jardín.

Congelación

Este método se recomienda solo en caso de que no cuentes con mucho tiempo. Lo que debes hacer es almacenar las cáscaras en el congelador, una vez estén secas y limpias; sin embargo, debes tener en cuenta que esto minimizará sus propiedades nutricionales.

Lava muy bien la piel de la papa y elimina toda la suciedad, luego elimina el exceso de humedad, para proceder a almacenarlas en bolsas de plástico y congelarlas. de esta manera podrás usarlas varios meses después para hacer infusiones o fertilizante en harina.

Así que no esperes más, a partir de hoy empieza a recoger todas las cáscaras de papa que tengas en casa para crear tu propio abono orgánico, ya sabes que puedes hacerlo súper fácil y te durará mucho tiempo.